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Han pasado varios días desde la celebración del debate del estado de Aragón y ha quedado evidente lo que una parte de la ciudadanía aragonesa ya nos esperábamos, fue un debate sin contenido, sin propuestas y con rumbo a ninguna parte.
En el debate no hubo Gobierno, pero tampoco oposición, es más, se vieron varios guiños del presidente de Aragón a partidos políticos que han defendido la supresión o recortes en las autonomías.
En el transcurso del debate resulta curioso que sobresalieran palabras como Autogobierno, pactos y unidad, aunque no sabemos muy bien con que finalidad. Se echo de menos, escuchar más las palabras reconstrucción, reindustrialización, gestión de las residencias, de la sanidad, la educación…, todo ello mientras los datos sanitarios son muy preocupantes y la gestión de la pandemia es más que discutible.
Se repite la historia, cuando no sabemos de qué hablar, hablamos del tan ansiado Autogobierno, siendo más sorprendente si cabe hablar de Autogobierno en este momento, donde el Estado español ignora y menosprecia a los y las aragonesas en su borrador de Presupuestos Generales del Estado.
Deberíamos hablar de Autogobierno, pero con mayúsculas, y eso solo es posible con mayor representación aragonesista en Madrid, exigiendo y realizando una propuesta seria de fiscalidad para nuestro País, o lo que es lo mismo, la creación de una Hacienda propia, lo que garantizará unos servicios públicos acordes a nuestra realidad, ¡Ah! y por cierto, esto lo permite el Autogobierno del que tanto se habló, a través del desarrollo de nuestro Estatuto.
Creo que todo esto no sucederá, pero lo que es peor, ni siquiera se intentará y como decimos los sindicalistas: “donde no se pelea, se pierde seguro”.
Sobre pactos y unidad, solo cabe esperar que esto no sea otra copia de la tan cacareada estrategia aragonesa para la recuperación social y económica, donde solo hubo foto y beneficios para algunos de los participantes (público es el decreto con las subvenciones a la patronal, agentes sociales, asociaciones empresariales y sus importes) y por supuesto al grupo PSA, olvidándose de otras empresas y sectores aragoneses que también hacen marca Aragón.
Mientras se desangra nuestra economía y los datos de desempleo siguen creciendo, muchas empresas siguen de ERTE y los autónomos siguen bajando persianas, el tejido industrial se resiente, el presidente del Gobierno de Aragón parece más ocupado en lo que pasa en la política estatal, que lo sucede en nuestro País.
En este debate han faltado las propuestas para poner en marcha el día siguiente de la finalización de esta pandemia; un plan industrial para Aragón, como va a quedar nuestra red de asistencia sociosanitaria, como vamos a mejorar la calidad de vida y los servicios en nuestros pueblos, la educación, la sanidad y las condiciones del personal sanitario, o que inversiones e infraestructuras necesitamos para vertebrar nuestro territorio.
Aragón debe cambiar de estrategia y de rumbo, es imprescindible apoyar a la Industria que echa raíces y vertebra nuestro territorio, porque el empleo que genera es más estable y de mayor calidad, lo que además favorece y repercute en el resto de sectores, lo que puede ayudar notablemente al turismo, la hostelería o el comercio, sectores muy castigados en los últimos meses.
Estamos a tiempo de evitar que sectores o empresas históricas como la térmica de Andorra, Ferro Atlántica o Alumalsa agonicen o mueran y para ello es fundamental que el ejecutivo crea en que un Aragón industrializado, es un Aragón más fuerte, dejando atrás la idea de que Aragón solo sea un territorio de servicios o un bellísimo destino turístico.
Nunca mejor dicho y haciendo un guiño a nuestro querido Canfranc, no podemos perder el tren y no podemos permitir que en la próxima legislatura solo Tomas Guitarte sea la única voz aragonesista en Madrid, porque el tiempo y legislatura tras legislatura, los partidos estatales solo nos dan migajas, para que no saquemos nuestra rasmia y alcemos nuestra voz.
Tras una semana intensa de negociaciones el SAMA, mientras la plantilla secundaba masivamente una Huelga convocada por unanimidad por los sindicatos con representación en el Comité de Empresa: SITA, CCOO, UGT y OSTA, el pasado día 29 de octubre por unanimidad de sus integrantes se alcanzó un preacuerdo en lo que se refiere al ERE iniciado por la dirección de la compañía que iba a afectar a 230 trabajadores y trabajadoras.
Nunca un Comité de Empresa puede estar satisfecho con acuerdo que suponga la salida forzosa de trabajadores y trabajadoras, pero nuestra responsabilidad era intentar obtener un preacuerdo para que la plantilla con su voto fuera la que lo ratificara o desaprobara.
La plantilla de Alumalsa en el día de hoy ha ratificado el preacuerdo. La participación ha sido del 85% con el siguiente resultado:
Votos a favor del preacuerdo: 374 – 77.59%
Votos en contra del preacuerdo: 96 -19.9%
Votos nulos o en blanco: 7 – 1.45%
El preacuerdo es el siguiente:
La rebaja de 51 despidos de los 230 planteados por la dirección en el inicio
Un ERTE que afectará a 41 trabajadores y trabajadoras equitativo, rotatorio y calendarizado, con vigencia de 2 años y que será complementando en las vacaciones al 100%.
Los trabajadores y trabajadoras afectados por este ERE serán 180 personas, de las cuales habrá que restar del cómputo los trabajadores y trabajadoras que se presenten voluntarios a las indemnizaciones voluntarias pactadas y a las personas en edad de adherirse al Plan de prejubilaciones pactado.
Indemnizaciones máximas legales para todos los despidos forzosos:
45 días por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades hasta la reforma laboral (febrero 2012) y 33 días por año trabajado con un tope de 24 mensualidades a partir de dicha fecha.Medalla a cada trabajador afectado: 3 días más a sumar a la indemnización máxima legal para cada trabajador tanto voluntario como forzoso.
Admisión de voluntarios hasta 10 años de antigüedad a indemnizaciones pactadas a 33 días por año trabajado con un tope de 12 meses, sin perjuicio de estudio individual por parte de la empresa de cada caso particular.
Plan de prejubilaciones para los trabajadores y trabajadoras afectados de 60 y 61 años, garantizando el salario 2020 hasta el 80% hasta los 63 años de edad.
Bolsa de empleo de máximo 2 años, con retorno del trabajador a su escala salario tablas (sin complementos ad persom).
Recolocaciones.
Medidas sociales:
No afectación del ERE a los trabajadores con 55 años o más. Valoración y estudio por parte de la dirección de trabajadores en situaciones más delicadas, familias monoparentales, familias con hijos con discapacidad etc.
Desde la sección sindical de OSTA en Alumalsa creemos que aun teniendo dos representantes en el Comité de empresa, hemos planteado numerosas propuestas y alternativas durante la dura negociación de este ERE.
Hemos asumido nuestra responsabilidad como sindicato de intentar llegar a un preacuerdo que tenía que ser ratificado por la plantilla, como siempre defendemos, puesto que tienen que ser los y las trabajadoras las que con la información necesaria decidan en libertad si el preacuerdo llegado por unanimidad por la representación de los trabajadores debía ser firmado.
OSTA convoca junto con UGT y CCOO concentraciones para denunciar la situación en los sectores de monitoras de comedor y restauración colectiva.
El sindicato OSTA con representación en el sector de monitoras de comedor y restauración colectiva (gestión de las cocinas) hace un llamamiento a la participación para que las concentraciones organizadas para el día 30 de septiembre a las 11 horas sean un éxito en Aragón.
Desde el pasado mes de marzo de 2020 ambos sectores han sufrido en especial la situación de la pandemia mundial generada por el COVID19.
Los ERTES han sido una constante y han disminuido los ingresos de los y las trabajadoras de estos sectores desde marzo hasta el día de hoy.
Tras empezar el nuevo curso escolar nos hemos encontrado con una situación diferente, la jornada continua obligatoria ha supuesto una reorganización de los espacios en los comedores escolares y se han tenido que tomar diferentes medidas y protocolos de seguridad.
Todo esto ha supuesto que el personal de monitoras de comedor se le este obligando a controlar y mantener las medidas sanitarias con grupos estables de convivencia (GEC) que viene que vienen ya organizados individualmente desde las aulas y que sin embargo en el comedor se les agrupa de una forma ilógica y peligrosa, con la dificultad que conlleva en educación infantil, en algunos casos con usuarios que requieren especiales cuidados por sus características.
La limitación de puestos de trabajo que ello produce, ya que un 40% del personal de monitoras/es este sin trabajar. También se ha modificado la jornada, debido a la implantación generalizada de la continua, por lo que las trabajadoras que compatibilizan este trabajo con otra actividad, han tenido que modificar o abandonar alguna de sus actividades, a lo que hay que sumar la asignación de tareas que no nos corresponden y que están fuera de nuestras obligaciones recogidas en el Convenio.
La dotación de material higiénico-sanitario a las plantillas de comedores escolares, es escasa o insuficiente. No entendemos porque se nos está excluyendo de las pruebas PCR, cuando hay un contagio y nuestro contacto es directo. Y en el caso de cierre de un centro escolar, la situación del personal de comedores es a todas luces insegura.
En el sector de restauración colectiva se están produciendo reducciones de jornada, falta de ratios por comensal y exceso de labores sin respetar las categorías profesionales pactadas lo que demuestra la precarización del sector y falta de concreción en los pliegos.
Por último, desde OSTA se muestra preocupación por todo el personal de ambos sectores que todavía no ha sido llamados para trabajar y que se puede encontrar en un futuro no muy lejano con que se vean agotadas las prestaciones del SEPE.
Esta pandemia nos ha enseñado que debemos poner a las personas en el centro, y por lo tanto estos sectores que son esenciales por su interrelación con la educación, tienen que ser dotados presupuestariamente por parte del Gobierno de Aragón.
Por lo tanto os animamos a que participéis en las concentraciones convocadas:
ZARAGOZA: Miércoles 30 septiembre. De 11,00 a 12,00. Dpto. de Educación. Avda. De Ranillas 5-D (Recinto EXPO-frente a Torre del Agua).
HUESCA: Miércoles 30 septiembre. De 11,00 a 12,00. Serv. Pral. De Educación, Edificio Plaza Cervantes, Pza.Cervantes 1.
TERUEL: Miércoles 30 septiembre. De 11,00 a 12,00. Serv. Pral. De Educación, c/San Vicente de Paul 3.
Ante las medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno del Estado español, hacemos un llamamiento a la clase trabajadora aragonesa, para que salga a las 12:00 horas a sus balcones a revindicar el 1º de Mayo, aunque este año de una forma especial, dada la imposibilidad de reunirnos para reivindicarlo como siempre en las calles.
Por Aragón, unidos somos más fuertes.
Nos encontramos ante el primero de mayo más atípico de la historia contemporánea.
En este 1º de Mayo, Día Internacional de los y las Trabajadoras, debemos recordar a quienes dando la cara en sus puestos de trabajo, han contraído el virus. Y a todas aquellas que han fallecido por la enfermedad, su esfuerzo será recordado como ejemplo de lucha desinteresada y siempre permanecerá en nuestra memoria.
Gracias a ellos están haciendo posible que nuestro País siga funcionando, aunque en muchos casos suponga exponer su salud y la de sus familias, debido a la falta de Equipos de Protección Individual adecuados o al incumplimiento por parte de algunas empresas de los parámetros de seguridad establecidos.
La clase trabajadora está en primera línea de la crisis sanitaria. Está asumiendo la peor parte, poniendo en riesgo su propia salud, al ser la fuerza laboral que soporta mayor riesgo de contagio en sus respectivos puestos de trabajo. También está en riesgo su futuro laboral y económico, si no se toman las medidas adecuadas para afrontar la más que previsible crisis económica derivada de la pandemia.
Esta crisis sanitaria que estamos atravesando ha puesto de manifiesto que nuestra sociedad debe poner a las personas en el centro. Muchos de esos trabajos, que hoy por fin denominamos esenciales, son trabajos precarios, a tiempo parcial y mal remunerados. Pero en momentos como éste se pone en evidencia el enorme valor social que tienen muchos trabajos del sector de servicios, especialmente todos los trabajos relacionados con los cuidados, realizados a día de hoy mayoritariamente por mujeres.
Una vez más, como ya ocurriera en la crisis económica de 2008, la Unión Europa está volviendo a demostrar que no es capaz de dar respuestas y alternativas a la ciudadanía. Su prioridad son los llamados mercados, erradicando la soberanía de los estados que la componen y agudizando las desigualdades entre la Europa del sur y del norte, evidenciando una vez más que es una mera unión comercial entre países. La respuesta que puede provocar esto no es tampoco nada halagüeña si la ruptura de ese modelo viene liderada por corrientes de extrema derecha.
Los últimos movimientos del Estado español muestran una recentralización en la gestión de los servicios esenciales durante esta crisis. La posibilidad de que dicha recentralización no sea algo coyuntural debe mantenernos alerta, por la negativa repercusión que podría tener en territorios como Aragón. No podemos tampoco olvidar que los distintos gobiernos que se han ido sucediendo en el Estado español han aplicado políticas salvajes de privatización de servicios esenciales como la sanidad, las residencias, las energías, el transporte o el agua. Todo ello con el objetivo de seguir acumulando beneficios en unas pocas manos a costa del esfuerzo y la precarización de las clases populares.
De esta crisis debemos obtener numerosas conclusiones, pero la más importante es que los sectores de servicios públicos y estratégicos no pueden depender de la rentabilidad económica que unos pocos puedan extraer de ellos. La rentabilidad principal de los servicios públicos debe ser la social, y eso sólo puede garantizarse con una gestión pública y con la concienciación y participación de toda la sociedad.
En Aragón es el momento de que nuestro gobierno cambie de rumbo y apueste decididamente por lo público; por la gestión directa de los sectores estratégicos, por una banca pública que garantice el empleo y la subsistencia de autónomos y de la pequeña y mediana empresa; es momento de poner en marcha un plan de reindustrialización para nuestro País que tenga en cuenta las nuevas circunstancias del mundo actual globalizado y de la emergencia climática.
La anterior crisis ya puso de manifiesto que una economía diversificada es más estable frente a las crisis y que la investigación y el desarrollo de las nuevas tecnologías, junto con la formación, son fundamentales para la creación de puestos de trabajo de alto valor añadido, con sueldos y condiciones laborales dignas.
En cuanto a la negociación colectiva, esta crisis ha puesto de manifiesto que es necesario que las condiciones de los y las trabajadoras se negocien en Aragón. La recentralización de la negociación ha supuesto que muchos convenios que afectan a los y las trabajadoras de servicios esenciales son convenios de ámbito estatal y en algunos casos llevan años sin negociarse.
Exigimos la revisión de estos convenios y trasladar su negociación a Aragón porque, nosotros conocemos la realidad de los sectores y de nuestro territorio mejor que otros a más de 300 kilómetros y seremos capaces de mejorar las condiciones laborales.
De poco valdrán los reconocimientos públicos de estos días si los convenios y las condiciones de los y las trabajadoras de servicios esenciales no se adecuan al trabajo que realizan y al valor que aportan a nuestra sociedad.
Es la oportunidad de construir las bases para el Aragón que queremos, es necesario una reversión a la gestión pública de sectores como el agua, la energía, el transporte o la educación, es momento de que nuestros políticos den la talla y defiendan lo nuestro, es momento de que la administración apueste decididamente por las personas de nuestros barrios y nuestros pueblos sin dejar atrás a nadie. Solo así podremos a Aragón y a sus gentes en el que sitio que se merecen.