23/05/25 | Igualdad, Opinión
La guerra continúa siendo una realidad persistente en el mundo, con conflictos activos en varias regiones y un aumento en la violencia en general. En la guerra todo es azar e incertidumbre. En la niebla de la guerra verdadera ni siquiera se intuyen y piensan los escenarios de paz. Ni en un alto el fuego se abren escenarios de paz, puesto que es una oportunidad para la pausa, el descanso y el rearme antes de reanudar los combates.
Los conflictos, la inestabilidad y la violencia van en aumento, con consecuencias devastadoras para las mujeres y las niñas. La violencia sexual en los conflictos experimenta un drástico aumento tanto en mujeres como en niñas.
No hace falta decir que la guerra y el conflicto afectan tanto a los derechos de los hombres como a los de las mujeres. Sin embargo, existen particularidades de género que suponen que la violencia impacte de manera diferente y más desproporcionada en las mujeres.
La mujer que queda en retaguardia tiene que hacerse cargo en esos momentos convulsos de cuidar y sacar adelante al resto de la familia, niños y ancianos. Tienen que conseguir el sustento, la atención médica si alguno se pone enfermo o es herido y el cuidado emocional de la familia obviando su propio sufrimiento. Según Naciones Unidas, en tiempos de guerra, las niñas tienen un 90% menos de probabilidades de tener acceso a la educación. Si las mujeres tienen que huir de sus hogares, se convierten en desplazadas o refugiadas y aumenta el riesgo para ellas de ser violadas o sometidas a trata.
Las restricciones por ejemplo, en Afganistán, son más severas. Las mujeres afganas siguen viviendo amenazas, represión y agresiones. Los derechos que una vez conquistaron les han sido arrebatados. Han sido apartadas de la educación superior, el trabajo y la vida pública; obligadas a cubrirse completamente y limitar su existencia a lo privado. Nuestra voz se une a la de las mujeres afganas y a todas las que resisten en contextos de violencia y guerra. No aceptamos que ninguna mujer sea silenciada ni invisibilizada. Reafirmamos nuestro compromiso con la justicia, la paz y los derechos humanos.
Las mujeres han sido, y son, agentes activos en los esfuerzos de paz y reconciliación a todos los niveles; las mujeres y los análisis de género son habitualmente excluidos de los procesos de paz y la toma de decisiones. La exclusión de las mujeres de los derechos y de la perspectiva de género, permanecen como un impedimento para el logro de una paz y seguridad sostenibles, por lo que son aspectos que no deben seguir siendo ignorados.
Si las mujeres tienen el mismo estatus legal que los hombres y son vistas como independientes económicamente, exitosas empresarias e inversoras, es más probable que desempeñen un papel significativo en la consolidación de la paz.
En un contexto mundial de creciente militarización y conflictos, es imperativo recordar el enorme valor de las mujeres en la construcción de la paz.
Madres, abuelas, hijas, amigas, redes de mujeres que cuidan de la vida han sostenido la antorcha de la esperanza cuando todo parecía perdido, demostrando una y otra vez la capacidad para transformar el dolor y la rabia en acción, la opresión en resistencia y la guerra en paz.
Nos sumamos a todas las mujeres del mundo que no cejan en su empeño de construir un mundo en paz, igualdad, justo y libre de violencias.
Maite Serrano
SN Políticas de Igualdad
03/02/23 | Noticias
Después de un ligero descenso en los datos de personas desempleadas en el mes de diciembre, causado por la campaña de navidad, en enero nos volvemos a encontrar con una subida de 1249 personas desempleadas en Aragón, dejando la cifra total de personas desempleadas en nuestro País en 59.557.
Este repunte se reproduce en todo el territorio aragonés; en Huesca creció un 3,96 %, en Teruel, un 3,51 % más, y en Zaragoza, un 1,78 %.
La contratación indefinida en enero de 2022 ha supuesto el 38,66% de los contratos firmados en enero en Aragón y los contratos eventuales han supuesto el 61,34%, lo que demuestra que la reforma laboral ha sido un lavado de cara.
De las 59.557 personas desempleadas en enero, 36.493 son mujeres, lo que representa el 61,27 % de la cifra total de personas en paro, y 23.064 hombres, el 38,73 %, datos que demuestran que seguimos sin reducir la brecha salarial de género.
Por último, desde el sindicato OSTA valoramos muy negativamente el contexto actual, ya que vuelven a ser las mujeres y los jóvenes los colectivos más castigados, sumado a la precariedad existente y al aumento del precio de los alimentos y de la energía.
24/05/22 | Igualdad
El Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme, se celebra el 24 de mayo con el principal objetivo de lograr la incorporación de las mujeres en los procesos de la paz mundial.
La celebración de esta fecha, tiene su origen en la década de los 80, gracias a la conformación de un grupo de mujeres pacifistas de algunos países europeos y de los Estados Unidos, cuyo objetivo fue la lucha en contra de la carrera armamentista y el uso de armas nucleares.
El rol de la mujer a través de la historia, ha sido de gran importancia para lograr cambios y avances importantes en la sociedad. Gracias a su contribución en los distintos ámbitos de la vida, se han podido lograr avances no sólo en el campo
tecnológico y científico, sino en muchas áreas del acontecer diario.
Sin embargo, en muchos países del mundo, las mujeres siguen enfrentando retos ydesafíos para que su derecho a la educación, al trabajo, la familia e incluso la vida, le sean permitidos, lo cual no ocurre en los lugares donde los conflictos por guerras y problemas bélicos están a la orden del día.
No podemos olvidarnos de Rosa Luxemburgo, polaca pacifista y antimilitarista que ya en 1914 ( Primera Guera Mundial), se opuso a la participación de los socialdemócratas porque lo consideraba un “ enfrentamiento de imperialistas”.
El activismo por la paz de las mujeres ha transcurrido en paralelo a las condiciones sociales y políticas de cada conflicto armado y de cada momento histórico. Las mujeres han trabajado y continúan trabajando hoy en día para denunciar sus efectos, reclamar negociaciones para alcanzar el cese de la violencia y la reconstrucción de infraestructuras, actividad económica, edificios y servicios destruidos por la actividad de la guerra.
La gran mayoría de mujeres que trabajan por la paz son ignoradas y sus contribuciones no son tenidas en cuenta por aquellos que toman las decisiones.
Cuando se inician los procesos de negociación o bien cuando se decide la guerra; o el fin de las hostilidades; cuando se firman los acuerdos de paz o se decide cómo reconstruir las sociedades rotas tras la guerra y cómo sentar las bases institucionales y jurídicas para lograr una paz sostenible y duradera, las mujeres son habitualmente ignoradas y excluidas de los procesos de toma de decisiones. Por lo tanto, sus necesidades, aportaciones y visiones no suelen ser tenidas en cuenta.
En las zonas de conflicto las mujeres sufren una doble violencia, por un lado la violencia derivada del conflicto y por otro lado la violencia que sufren por el hecho de ser mujer. En el momento que se habla de conflictos armados, vemos como mujeres
s de todo el mundo lideran movimientos por la paz que están cambiando de diferentes maneras sus sociedades. A lo largo de la historia, hasta nuestros días, el cuerpo de las mujeres ha sido empleado como arma de guerra para humillar al adversario, violándolas, mutilándolas y permitiendo a los soldados que utilicen a las mujeres como esclavas sexuales.
Es por ello que miles de mujeres se organizan en movimientos a favor de la paz, utilizando medios no violentos, a pesar de que en los conflictos armados son las principales víctimas y la violencia sexual es usada como arma de guerra. Pero las
mujeres no sólo sufren violencia y desprotección en el conflicto.
En los lugares posconflictos las mujeres sufren una mayor desigualdad, además las tasas de mortalidad materna es muy superior a la media mundial y las niñas son excluidas de la escolarización. En muchos casos son utilizadas y reclutadas por organizaciones terroristas.
26/05/17 | Igualdad
El día 30 de mayo en la Casa de la Mujer de Zaragoza, la Coordinadora y el Comité de Solidaridad Internacionalista también ha organizado la charla: “Mujeres en el conflicto de Colombia” de la mano de la abogada y defensora de los derechos humanos Zoraida Hernández Pedraza.
Durante casi dos décadas laabogada ha tratado de proteger a la población colombiana de las abusos del estado y en 2012 fue nominada al Premio Nacional a la defensa de los derechos humanos en Colombia como Mejor Defensora.
El nivel de hostigamiento y peligro le obligó a trasladarse fuera del Estado colombiano.
Os animamos a todos y a todas a que participéis, la charla tendrá lugar a las 19:00 horas en la Casa de la Mujer (c/Don Juan de Aragón, 2).
22/05/17 | Igualdad
OSTA colabora desde la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza en el acto que se celebrará el próximo 24 de mayo a las 19:00 h. en la Plaza de España.
Desde principios de los años 80 se celebra el Internacional de las Mujeres por la Paz y la Libertad, agrupando a mujeres de todo el mundo que trabajan por la paz, la desmilitarización y el desarme internacionales .
Una vez más las mujeres siguen demostrando que se puede luchar por la Paz, en contra la violencia patriarcal de los conflictos armados, denunciando los vínculos tan estrechos que existen entre masculinidades dominantes y militarismo, y cómo la violencia contra las mujeres en los conflictos armados no es sino una ampliación de la violencia contra las mujeres que sucede en tiempos de paz.
No puede entenderse la violencia contra las mujeres en la guerra sin tener presente que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido víctima de la violencia de género alguna vez en su vida.
Las organizaciones de mujeres que trabajan por la paz han abrazado múltiples causas: el fin de los conflictos armados y la búsqueda de salidas negociadas a la violencia, el antimilitarismo, la abolición de las armas nucleares, la defensa del medio ambiente, la denuncia de la violencia sexual como arma de guerra, la denuncia de las desigualdades económicas, la discriminación y las injusticias sociales, entre otras muchas.
La paz positiva, la paz cargada de múltiples significados y no la mera ausencia de violencia directa, unida a un cuestionamiento del patriarcado que la legitima, es el horizonte por el que trabajan.