Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme

El Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme, se celebra el 24 de mayo con el principal objetivo de lograr la incorporación de las mujeres en los procesos de la paz mundial.

La celebración de esta fecha, tiene su origen en la década de los 80, gracias a la conformación de un grupo de mujeres pacifistas de algunos países europeos y de los Estados Unidos, cuyo objetivo fue la lucha en contra de la carrera armamentista y el uso de armas nucleares.

El rol de la mujer a través de la historia, ha sido de gran importancia para lograr cambios y avances importantes en la sociedad. Gracias a su contribución en los distintos ámbitos de la vida, se han podido lograr avances no sólo en el campo
tecnológico y científico, sino en muchas áreas del acontecer diario.


Sin embargo, en muchos países del mundo, las mujeres siguen enfrentando retos ydesafíos para que su derecho a la educación, al trabajo, la familia e incluso la vida, le sean permitidos, lo cual no ocurre en los lugares donde los conflictos por guerras y problemas bélicos están a la orden del día.

No podemos olvidarnos de Rosa Luxemburgo, polaca pacifista y antimilitarista que ya en 1914 ( Primera Guera Mundial), se opuso a la participación de los socialdemócratas porque lo consideraba un “ enfrentamiento de imperialistas”.

El activismo por la paz de las mujeres ha transcurrido en paralelo a las condiciones sociales y políticas de cada conflicto armado y de cada momento histórico. Las mujeres han trabajado y continúan trabajando hoy en día para denunciar sus efectos, reclamar negociaciones para alcanzar el cese de la violencia y la reconstrucción de infraestructuras, actividad económica, edificios y servicios destruidos por la actividad de la guerra.

La gran mayoría de mujeres que trabajan por la paz son ignoradas y sus contribuciones no son tenidas en cuenta por aquellos que toman las decisiones.

Cuando se inician los procesos de negociación o bien cuando se decide la guerra; o el fin de las hostilidades; cuando se firman los acuerdos de paz o se decide cómo reconstruir las sociedades rotas tras la guerra y cómo sentar las bases institucionales y jurídicas para lograr una paz sostenible y duradera, las mujeres son habitualmente ignoradas y excluidas de los procesos de toma de decisiones. Por lo tanto, sus necesidades, aportaciones y visiones no suelen ser tenidas en cuenta.

En las zonas de conflicto las mujeres sufren una doble violencia, por un lado la violencia derivada del conflicto y por otro lado la violencia que sufren por el hecho de ser mujer. En el momento que se habla de conflictos armados, vemos como mujeres
s de todo el mundo lideran movimientos por la paz que están cambiando de diferentes maneras sus sociedades. A lo largo de la historia, hasta nuestros días, el cuerpo de las mujeres ha sido empleado como arma de guerra para humillar al adversario, violándolas, mutilándolas y permitiendo a los soldados que utilicen a las mujeres como esclavas sexuales.

Es por ello que miles de mujeres se organizan en movimientos a favor de la paz, utilizando medios no violentos, a pesar de que en los conflictos armados son las principales víctimas y la violencia sexual es usada como arma de guerra. Pero las
mujeres no sólo sufren violencia y desprotección en el conflicto.

En los lugares posconflictos las mujeres sufren una mayor desigualdad, además las tasas de mortalidad materna es muy superior a la media mundial y las niñas son excluidas de la escolarización. En muchos casos son utilizadas y reclutadas por organizaciones terroristas.

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