El sindicato OSTA, en defensa de los derechos laborales, la salud de los trabajadores y el derecho a un entorno digno y saludable, se suma hoy a la reivindicación vecinal de Martillué y Pardinilla contra el proyecto de instalación de la “Planta de Compostaje de Jaca” en Martillué.
Este proyecto, impulsado por GRHUSA y actualmente en fase de tramitación para obtener la Licencia Ambiental de Actividad Clasificada, representa una grave amenaza para la salud de la población, el bienestar de los trabajadores del Centro Ignacio Claver de Valentia y la sostenibilidad del medio rural.
Afecciones al Centro Ignacio Claver, trabajadores y trabajadoras, y personas usuarias
El Centro Ignacio Claver de Valentia, ubicado en Martillué, es un referente en la atención a personas con discapacidad intelectual. Su granja escuela es un espacio terapéutico, educativo y de inclusión donde la calidad del aire, la tranquilidad y la ausencia de contaminantes son condiciones esenciales para el desarrollo de sus actividades y el bienestar tanto de las personas usuarias como de los trabajadores y trabajadoras que allí desempeñan su labor diaria.
La instalación de una planta de compostaje a escasos metros de este centro supone:
- Riesgos laborales y sanitarios para los trabajadores y trabajadoras: La exposición prolongada a olores nauseabundos, ruidos constantes y la proliferación de plagas (moscas, roedores) derivados del tratamiento de 2.000 toneladas anuales de residuos orgánicos constituye un riesgo grave para la salud laboral. El sindicato exige que se evalúen estos riesgos conforme a la normativa de prevención de riesgos laborales, algo que el actual expediente omite por completo.
- Deterioro de las condiciones de trabajo: El ruido de maquinaria y el tránsito incesante de camiones romperán la paz necesaria para el desarrollo de las actividades educativas y terapéuticas, afectando directamente a la productividad y al bienestar psicosocial de los empleados.
- Vulneración del derecho a un entorno laboral saludable: La proximidad de la planta convierte el centro en un entorno hostil, lo que puede derivar en absentismo laboral, estrés y otros problemas de salud reconocidos por la OMS como derivados de la contaminación ambiental.
Ante esta situación, desde el sindicato OSTA exigimos salvaguardar la salud de los trabajadores y trabajadoras y la protección de la calidad de vida de la población, por un trabajo y futuro digno en nuestros pueblos, y exigimos:
- La paralización inmediata del proyecto en la ubicación actual, por vulnerar derechos fundamentales de los trabajadores y la población.
- La realización de un Estudio de Impacto Ambiental y Sanitario independiente, que incluya una evaluación rigurosa de los riesgos laborales y de salud pública, con participación de los comités de empresa y representantes sindicales del Centro Ignacio Claver.
- La búsqueda de un emplazamiento alternativo, alejado de núcleos de población, centros educativos, terapéuticos y fuentes de agua.
- El respeto al derecho a la participación ciudadana y sindical en todas las fases del proyecto, garantizando transparencia y acceso a la información.
- La aplicación del principio de precaución y justicia ambiental, priorizando la salud y el bienestar de las personas frente a intereses económicos o administrativos.