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En el Día Internacional contra la Violencia de Género que se celebra el próximo 25 de noviembre todos y todas debemos PLANTARLE CARA a la violencia machista que empobrece nuestra sociedad. Los malos tratos no son un asunto privado, es un problema social que se combate con la TOLERANCIA CERO.
La Violencia de Género constituye una lacra de carácter mundial. Un atentado contra los derechos humanos y la dignidad de las personas, que impide a nuestra sociedad continuar avanzando por la senda del bienestar y del progreso social que deseamos. La lucha contra la violencia de género, es una tarea común. Hay que aunar esfuerzos y compromisos, si queremos que la violencia de género desaparezca.
La Violencia de Género es un problema que se manifiesta no solo en estadísticas de asesinatos y denuncias. La realidad es mucho más amplia y la padecencontinuamente miles de hogares, muchos en silencio, sin atreverse a alzar la vozy revelar el calvario que padecen a diario; un calvario que no se muestra solo con insultos y golpes. Puede ser que la historia le haya enseñado que el silencio es la mejor opción para terminar una conversación incómoda, tal vez crea que tiene la culpa y se sienta arrepentida, asustada o herida.
El silencio nos incomoda y nos hace sentirnos en soledad. La huida hacia afuera nos aleja de nuestro interior, de aquellos pensamientos y emociones que muchas veces no queremos escuchar.
El silencio solo refuerza al agresor. Él no puede quedarse con la impunidad, mientras que la víctima se queda con el miedo. Esta situación perversa solo mina la autoestima de las mujeres y da alas al agresor para seguir incidiendo en la violencia. El silencio del resto es cómplice de un machismo que, entre todos y todas, solo cabe desterrar de las calles.
Toda agresión es una lacra social que debe ser erradicada y que precisa de la voluntad colectiva. Es necesario entender que un hombre violentando a una mujer en un espacio público no es, simplemente, un contencioso entre dos individuos: es un agresoratacando a una víctima. Un acto de violencia ante el cual todos y todas debemos sentirnos interpelados.
Sean cuales sean las formas en que se manifiesta el maltrato, siempre busca un mismo objetivo: erosionar la autoestima de la mujer con fin de que el agresor aumente su grado de poder y control sobre ella.
Hay un problema cuando una misma calle no es igual para un hombre que para una mujer. Cuando la sensación de seguridad, de exposición, de vulnerabilidad es radicalmente distinta. Cuando un simple trayecto, incluso a la luz del día, se convierte en una carrera de obstáculos sobre un territorio hostil. El escaparate de las agresiones es tan amplio, tan variado, que es muy posible que cada mujer tenga alguna experiencia a añadir al muestrario del machismo.
El silencio nos hace cómplices. El silencio duele. El silencio mata. Y nosotras, no queremos ser cómplices. Sí queremos dar voz a su dolor. Por vosotras gritamos alto y claro que no estáis solas. Por vosotras, por tantas seguiremos en esa lucha incansable.
La sociedad no puede mostrarse indiferente ante el maltrato y la violencia. No podemos tolerar que las mujeres y niñas vivan con miedo a ser agredidas, a denunciar o a las reacciones en su entorno cercano tras las agresiones… Y todo ello ante la apatía de una gran parte de las sociedades.
Por eso, este 25 de noviembre de 2024, como cada año, debemos rendir nuestro homenaje, intensificar las actuaciones de sensibilización de la sociedad, y recordar, una vez más, a todas las mujeres que se han visto arrastradas por los efectos devastadores de la violencia de género. Al recordarlas, estaremos reconociendo que, con cada golpe, con cada humillación, con cada insulto, con cada asesinato, todas nos sentimos agredidas.
Pero, además, es una fecha para recordar también a otras víctimas de la violencia de género, a aquéllas que han logrado salir de su círculo de violencia, que han plantado cara a quien las agredía, que se han armado de valentía y coraje para comenzar una nueva vida autónoma y normalizada donde no hay cabida para la humillación ni los menosprecios. Y no sin dificultad, lo han conseguido.
Ante la violencia machista, nuestra voz debe ser una, y debe oírse bien alto.
Este 25N, se acabó el silencio.
Actos convocados o en los que participa el sindicato:
El próximo 22 de noviembre a las 10:00 horas, celebraremos una Asamblea-Charla bajo el título «Violencia de Género e Igualdad de las Personas», impartida por Cristina Fallarás, reconocida periodista y escritora. El evento tendrá lugar en la Casa de la Mujer de Zaragoza.
Día: 22 de noviembre
Hora: 10:00 horas Lugar: Casa de la Mujer de Zaragoza Organiza el sindicato y la Invitada es Cristina Fallarás
Día: 25 de noviembre
Hora: 19:00 horas Lugar: Plaza de España, Zaragoza Concentración convocada por la coordinadora de organizaciones feministas de Zaragoza
Ante la celebración del día internacional para la eliminación de la violencia de género, el departamento de igualdad de OSTA quiere expresar su más rotunda denuncia y condena a las diversas formas del ejercicio de la violencia en contra de las mujeres que sigue estando instalada en nuestra sociedad, y que año tras año se sigue cobrando un elevado número de víctimas mortales (40 mujeres asesinadas en lo que va de año).
En la actualidad, aunque se ha ido avanzando en algunas cuestiones, la violencia machista sigue siendo un problema que forma parte de nuestras vidas de forma estructural.
La desigualdad en cuanto al acceso al poder de hombres y mujeres, ha determinado el acceso y control de los recursos.
El sistema heteropatriarcal, ejerce muchos tipos de violencia contra las mujeres, su reconocimiento es el principal paso para eliminarlas.
El maltrato, el acoso, la trata con fines de explotación sexual y laboral, las violaciones, la mutilación, los matrimonios forzosos, son algunas de las agresiones que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.
Esta discriminación se manifiesta en diferentes ámbitos: maltrato en el núcleo familiar o en el privado, agresión en el público y social, o la discriminación o el acoso en el ámbito laboral, así como la falta de políticas sociales ante casos de violencia, lo que supone discriminación y desigualdad en el ámbito político, jurídico e institucional.
En el mundo laboral la sexualización del trabajo ha hecho posible la feminización de diversos sectores y la continuidad de la brecha salarial, el aumento de los contratos precarios, así como la falta de paridad en los puestos de poder entre otras.
Durante la pandemia, la industria de la prostitución ha seguido enriqueciéndose, aumentando la trata de seres humanos para la explotación sexual.
Desde el Departamento instamos a las instituciones, pero también al sector privado en la utilización de la trasversalidad de género, para que el acceso a los recursos y al trabajo sea más igualitario.
Para ello, es igual de importante trabajar en la coeducación no sólo en los colegios y universidades, sino también en las empresas y familias, estando implicadas todas y todos, tomando no sólo un modelo de masculinidad o feminidad, sino teniendo en cuenta la diversidad del ser humano.
Porque sólo si somos conscientes de que el género es un constructo socio-cultural excluyente, podremos construir un modelo de sociedad más igualitario.
Este verano en el mes de julio cada
dos días, una mujer ha sido asesinada, y en lo que llevamos de año son 40 ya
las víctimas de violencia de género.
Nos violan, nos agreden, sufrimos
micromachismos que cimientan solo la base del machismo.
Todos los días escuchamos noticias
que hablan de mujeres violadas en grupo, de menores abusadas, de maltratos y
asesinatos.
No hay tiempo, no se puede seguir
normalizando esta situación, no se puede seguir condenando a convivir con el
terrorismo machista.
¡NO LO PERMITIREMOS, NO TOLERAREMOS LO INTOLERABLE!
Basta ya de mirar a otro lado,
exigimos responsabilidad de estado; por eso, contra el patriarcado y sus
violencias.
UNIDAD FEMINISTA.
Seguiremos denunciando, cuestionando,
exigiendo y luchando por la aplicación inmediata de medidas urgentes
transversales y contundentes que reviertan el terrorismo machista que sufrimos
las mujeres en este país.
Seguiremos exigiendo que se cumplan
las medidas contempladas en el pacto de estado contra la violencia machista y
seguiremos vigilantes para que dote de recursos suficientes a cada una de las
medidas contempladas.
Por todo esto desde el departamento
de Igualdad de OSTA nos sumamos a la
convocatoria de emergencia feminista.
MANIFESTACIÓN 20S
Lugar: Plaza de España de Zaragoza
Hora: 20:30 horas
¡¡El
20 septiembre conquistaremos la calle, daremos luz a la oscuridad, el 20S será
la noche violeta!!
¡¡Ante
la violencia machista, autodefensa feminista!!
¡¡Ante
la violencia machista sororidad y red de apoyo mutuo!!
La violencia de género es un problema social que tiene sus raíces en la desigualdad entre hombres y mujeres que siempre ha existido y todavía se mantiene en nuestra sociedad, porque una de las estrategias del patriarcado es naturalizar la desigualdad, impactando de manera negativa en la identidad de la mujer y en su bienestar.
La sociedad patriarcal hace que la violencia contra las mujeres no sea exclusiva de ningún sistema político o económico, dándose en todas las sociedades del mundo, sin distinción de la posición económica, raza o cultura. Las estructuras de poder de la sociedad que la perpetuán se caracterizan por su profundo arraigo y por su intransigencia.
En cualquier sitio del mundo la violencia y las amenazas impiden a las mujeres ejercitar sus derechos como personas y por lo tanto no poder disfrutar de ellos.
Este tipo de violencia, constituye una violación de los derechos humanos y se manifiesta de distintas maneras, desde las más básicas que están normalizadas en nuestra sociedad. Lo que llamamos micromachismos, son los comportamientos «invisibles» de violencia y dominación sobre las mujeres, que casi todos los varones realizan cotidianamente en el ámbito de las relaciones de pareja: publicidad sexista, bromas, chistes y canciones machistas y un largo etc.
Desde el Departamento de Igualdad de OSTA, queremos que la sociedad tome conciencia de estas situaciones para que las cosas empiecen a cambiar de verdad, por eso os animamos a todos y a todas a denunciar estos hechos.
A continuación os dejamos la carta de una trabajadora víctima de violencia de género, donde relata las agresiones vividas en los últimos años.
La violencia contra la mujer se define como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como privada.
La desigualdad que sufre la mujer es un factor que limita sus posibilidades de autonomía, sus oportunidades y su bienestar.
¿Qué podemos hacer cuando somos víctimas de violencia de género?.
Esta guía tiene el propósito de contestar a esta pregunta, guiando a todos y todas sobre los pasos a seguir, garantizando a las víctimas de violencia de género sus derechos tanto en el ámbito personal como en el laboral.