Exigimos la paz en el conflicto de Ucrania
Hace un año comenzó la guerra en Ucrania y desde entonces ya nada ha sido igual. Las crisis se han agudizado y sucedido día a día, empeorando continuamente las condiciones laborales y de vida de la clase trabajadora europea y mundial.
El clima bélico es cada vez más preocupante, y las voces a favor de la guerra acallan las voces que demandan una paz dialogada y acordada entre las partes. En este sentido, OSTA creemos que es necesario actuar antes de que sea demasiado tarde.
Como siempre ocurre, en todas las guerras, también en esta ocasión son los pueblos, y sobre todo las mujeres, los que sufren las consecuencias de las guerras creadas por los hombres para imponer su hegemonía patriarcal. Mientras tanto, las grandes empresas energéticas, la banca, y los lobbies de la industria armamentística, se siguen enriqueciendo a costa del sufrimiento de la clase trabajadora.
Siempre hemos levantado la voz contra las guerras y a favor de una paz con justicia y contenido político. Creemos que, en este momento de vital importancia para la humanidad, deberíamos recuperar la iniciativa, reivindicando una solución diplomática y dialogada que ponga fin a la guerra en Ucrania, o cuando menos que posibilite la exploración de caminos distintos a la apuesta belicista de ciertos sectores.
El movimiento sindical ha jugado y juega un papel importante a la hora de resolver diferentes conflictos alrededor del mundo y en el caso de la guerra en Ucrania, también podemos acordar dar pasos para acabar con esta guerra. Creemos en nuestras posibilidades y en nuestra capacidad para condicionar el contexto bélico actual, y no vamos a cejar en nuestro empeño.
No queremos bailar al son de los tambores de una guerra que está empeorando día a día las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora. Al mismo tiempo, decimos alto y claro que no estamos dispuestos a aceptar que se recorten derechos con la excusa de la seguridad y la militarización de la sociedad. Nos encontramos en medio de esta espiral bélica instalada en las mentes de quienes dirigen las aspiraciones de las potencias nucleares y tenemos el firme convencimiento de que hace tiempo que se ha ido demasiado lejos. Hay que acabar con la guerra antes de que la guerra acabe con nosotros y nosotras.
OSTA demandamos diálogo y negociación, para que mediante nuevos acuerdos internacionales se consiga un escenario de paz y estabilidad. Demandamos que lejos de la lógica de las potencias dominantes, empecemos a construir unas nuevas relaciones internacionales que pongan la vida y los derechos de todas las personas y los pueblos en el centro.