Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
Trabajos feminizados se llaman a aquellos en los que la mayoría de las personas trabajadoras son mujeres, como son la profesión de cuidadora, enfermería, o las labores del hogar, limpieza. Y a pesar de los esfuerzos para incluir a las mujeres en todos los sectores productivos, la realidad es que esos llamados “trabajos para mujeres”, son más precarios y están peor pagados.
Por ejemplo, el 97% de las empleadas del hogar son mujeres, es un trabajo feminizado. Otro ejemplo, el 71% de los profesionales de salud son mujeres, es un trabajo feminizado.
La devaluación de los trabajos feminizados es una pieza clave de la brecha de género: los trabajos, cuando los hacen mayoritariamente mujeres, se valoran menos y se pagan peor.
El concepto de devaluación indica que las ocupaciones feminizadas pagan menos que las ocupaciones masculinizadas, en las que se emplea mayoritariamente a hombres.
La brecha salarial entre trabajos feminizados y masculinizados no se debe a diferencias de calificación o de sector. Tampoco se debe a diferencias en horas de trabajo o condiciones laborales.
Entonces, ¿por qué se paga peor en las ocupaciones feminizadas, tanto en las de baja o alta calificación? Por la devaluación de lo femenino y feminizado. Es una forma de sexismo y discriminación, pero más sutil que la de pagar menos a una mujer por el mero hecho de ser mujer.
La devaluación se refiere a la tendencia de ver los trabajos que hacen las mujeres como trabajos de menor valor, de menor importancia, o de menor valía. Se basa en sesgos sexistas que reproducen la subordinación de las mujeres, que colocan a las mujeres de forma constante, en posiciones inferiores a las de hombres – en organismos de poder, en puestos de trabajo, y en nuestras propias familias. La devaluación afecta a los salarios de muchas, y muchas, mujeres trabajadoras.
Para recortar la brecha salarial debemos cuestionarnos el valor que damos a los trabajos que asociamos con mujeres. No basta con reconocer públicamente que son trabajos importantes (como las trabajadoras migrantes en el servicio doméstico, limpiadoras, personal de cuidados), falta trasladar ese valor a euros; debemos pagar más y mejor a las personas que trabajan en ocupaciones feminizadas.
A todo esto, hay que añadir la deuda que hay con los trabajos feminizados a los que la prevención de riesgos no ha prestado atención suficiente. Por ello es necesario avanzar hacia la efectividad y eficacia de las medidas de Prevención de Riesgos, incorporando la perspectiva de género, esto nos permitirá dar un paso muy importante para mejorar las condiciones de trabajo.
Otro de los problemas de discriminación laboral es el techo de cristal, que en algunos sectores este techo es de hormigón. Con esto se refiere al conjunto de normas no escritas en el interior de las organizaciones, que dificulta a las mujeres tener acceso a puestos de dirección. Desde un principio se utilizó para hacer referencia a las barreras que tienen las mujeres para avanzar en la escala laboral, que no son fácilmente detectables, pero son la causa de su estancamiento.
Son muchos los obstáculos que se presentan en el desarrollo profesional de las mujeres, basados en estereotipos que proceden incluso del entorno familiar y educativo. Por ejemplo:
• Las estructuras jerárquicas de las organizaciones públicas y privadas se rigen por reglas masculinas y el prototipo de empleado ideal sigue siendo el varón.
• La designación para ocupar puestos directivos no se hace por méritos sino por elección.
• Todavía predomina el estereotipo que relaciona al hombre como directivo y se considera que la mujer no puede serlo porque le falta capacidad de mando y autoridad.
• En el ámbito personal, las mujeres enfrentan obstáculos internos relacionados con baja autoestima, inseguridad, culpabilidad, perfeccionismo y miedo, consecuencias de la estructura social y la educación sexista y patriarcal.
Uno de los mayores problemas en la trayectoria profesional de la mujer es generado por la elección que tiene que hacer entre su vida personal y laboral, toda vez que la misma cultura de las organizaciones favorece que el personal que pretenda escalar en la estructura realice una cesión completa de la vida personal.
Esta forma de gestión de los recursos humanos responde al prototipo masculino y a una sociedad basada en la división sexual del trabajo y en la generación de dinero y no de riquezas. Esto genera desmotivación en los mandos medios —claves para las carreras laborales de las mujeres—, disminución de la productividad como consecuencia de la inequidad entre hombres y mujeres, y una escasa diversidad en la composición de los grupos de trabajo gerenciales, que puede derivar en toma de decisiones pobres y sesgadas.
Sumando a todo esto, la escasa flexibilidad organizacional y la falta de oportunidades para las mujeres tienen como consecuencia la pérdida de talento en las organizaciones.
En el Día Internacional de La mujer que se celebra el próximo 8 de marzo, eligiendo este año como lema lema Alcemos la voz por un futuro feminista. Sin reblar, queremos reivindicar la ampliación de la igualdad de derechos, el poder y las oportunidades para todas, en ese futuro feminista en el que no se deje a nadie atrás.
Es nuestro deseo que llegue un año en el que podamos decir que sí celebramos de forma festiva esta fecha por:
Que el número de feminicidios sea 0. En lo que llevamos de año han sido asesinadas 10 mujeres.
Que la violencia contra las mujeres desaparezca, el año pasado y en cifras oficiales, es decir denuncias por violencia de género, hasta el tercer trimestre, ya que aún no hay cifras oficiales anuales, ascienden a 149.582.
Que haya desaparecido la brecha salarial, que no exista el techo de cristal y cualquier tipo de discriminación que sufren las mujeres en los trabajos, por el simple hecho de ser mujer.
Este año 2025 coincide con el 30 aniversario de la Declaración de Beijimg. Éste fue firmado por 189 gobiernos. Es clave en el avance de la igualdad de género que desde su adopción ha conseguido cambios en campos como la protección jurídica, el acceso a servicios, la participación de las mujeres y los cambios en normas sociales, ideas y estereotipos enquistados en el pasado.
Por todo ello alcemos la voz e involucremos a medios de comunicación, gobiernos, líderes de empresas y comunitarios, compartamos las historias y los mensajes en torno al día Internacional de La Mujer en plataformas digitales a fin de generar un diálogo e inspirar la acción.
Actos convocados o en los que participa el sindicato:
Dia 27 de febrero
Huesca
Hora: 17 horas
Lugar: Centro Cívico Santiago Escartín Otin
Intervendrán integrantes del departamento de Igualdad
Día 4 de marzo
Zaragoza
Hora: 10 horas
Lugar: Teodoro Sánchez Punter
Participara en la Asamblea es Nieves Ibeas bajo el título “” La literatura como acto político y feminista en tiempos de crisis
El día 21 de febrero el sindicato realiza una asamblea de delegados y delegadas preparatoria del 8 de marzo que es organizada por el departamento de Igualdad.
Este año además coincide con el día de la lengua materna, día en el que como aragonesistas debemos reivindicar y defender nuestras lenguas y es por ello que tras los ataques que se están produciendo desde el gobierno de Aragón, el cartel de este año del 8 de marzo esta editado en aragonés y en castellano.
La asamblea se realizará en el Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter a las 10:00 horas y se dividirá en dos partes:
La primera en torno al Dia internacional de la Mujer; donde explicaremos temas de actualidad, la propuesta de la extrema derecha de eliminar los planes de Igualdad, o todo lo referente en la agenda 2030 respecto a conseguir la igualdad entre géneros y empoderar a las mujeres y a las niñas.
La segunda parte se explicarán loas nuevas licencias, modificaciones legislativas incluidas en la “Ley de familias”.
Este día es uno de los mas importantes en la agenda del sindicato, puesto que preparamos el día 8 de marzo, día en tenemos que seguir conquistando derechos y reivindicaciones laborales, para conseguir la igualdad entre géneros en todos los ámbitos de la vida.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha señalada en todo el mundo y muy importante en todas las sociedades, ya que es el día en que salimos a la calle para alzar la voz y «avanzar hacia la igualdad».
Por desgracia, hay países que están muy retrasados en lo que se refiere a la Igualdad de Género, tal es así, que en muchos territorios se vulneran los derechos humanos de las mujeres hasta límites insospechados y sin consecuencias.
Un 15 de agosto de 2021, los talibanes entraron a Kabul, la capital de Afganistán y tomaron el control del país.
Afganas e iraníes vieron como continuadamente se violaban sus derechos y comenzó la lucha por defender su dignidad como personas. Si hablamos de eliminar la violencia contra las mujeres en estos dos países, no nos puede ser indiferente.
Tanto las afganas como las iraníes son víctimas del gobierno de su país, así pues, coinciden en hacer represión de las mujeres, vulnerando los derechos humanos, basándose en la crueldad con castigos como la lapidación y la flagelación.
Los talibanes y el régimen iraní comparten ser autócratas que invocan la religión, en Irán se profesa el sunismo, la rama mayoritaria del Islam y en Afganistán el chiismo llevando al extremo su particular interpretación de la sharia, el código de conducta de la moral de la vida. Ejecuciones sumarias, palizas públicas, matrimonios con menores y venta de niñas. En Irán es importante la lucha del pueblo apoyando a sus mujeres. Estas protestas hacen que Afganistán mire como un ejemplo al país vecino. La lucha de las iraníes alumbra el camino de las afganas.
Las manifestantes afganas alzaron su voz para apoyar las protestas en Irán con el lema “Mujer, vida y libertad”, coreado en las calles iranís.
Los talibanes en Afganistán y el gobierno dictatorial y represor en Irán, no pueden sofocar la voz de las mujeres; nueve días después unas 25 afganas se manifestaban frente a la embajada de Irán en Kabul » Ahora es nuestro turno» antes de ser dispersadas por los talibanes.
DATOS RELEVANTES: En Afganistán • 8 de cada 10 mujeres sufren violencia de género. • El 60% de las mujeres son obligadas a casarse antes de los 18 años. • Tienen uno de los mayores índices del suicidio. • Unos 3,5 millones de menores no tienen acceso a la escuela, por lo tanto, el 75% de las niñas son analfabetas, es decir, alrededor del 25% sabe escribir. • Sigue siendo un país rural con sólo un 26% de la población agravando el acceso al desarrollo.
En comparación frente a Irán • Un 85% mayores de 15 años está alfabetizada y es sorprendente que el 60% de universitarias son mujeres. • Cuenta con una población urbana del 78%, aglutinando mayormente su población en grandes ciudades.
Es muy importante que el mundo no se olvide de ellas, ya que los medios de comunicación sustituyen un conflicto por otro, pero el conflicto de todas esas mujeres no es cualquier guerra, su vida sigue con o sin guerra.
El próximo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer.
Este año OSTA no convoca una jornada de huelga general como en años anteriores, al ser el 8 de marzo domingo y no un día laborable para la gran mayoría de las personas trabajadoras.
Eso no quiere decir que los motivos y las reivindicaciones por las que hemos luchado y parado en años anteriores hayan desaparecido, todo lo contrario.
Tenemos que seguir
luchando para mostrar al mundo que las mujeres continúan asumiendo las tareas de cuidados que no están remunerados ni
reconocidos; que las mujeres sufrimos todo tipo de violencias machistas.
Nuestra lucha tiene que pasar irremediablemente por
visibilizar que en el ámbito laboral no existe una igualdad plena; la precariedad e
inestabilidad en el empleo creadas por
la relaciones laborales, hacen posible la existencia de la brecha salarial, el
techo de cristal, los continuos acosos por razón de sexo o genero, etc.
Porque una de las estrategias del patriarcado es naturalizar
la desigualdad, normalizando en nuestra sociedad los micro machismos.
Debemos ser capaces de trasladar el debate social creado para
alcanzar los objetivos planteados.
Hay que empoderarse para hablar de feminismo con mayúsculas,
sin que ello suponga estigmatizar a las mujeres.
Porque el feminismo es uno de los pilares más fuertes de la
democracia, una democracia si funciona es feminista.
La lucha por conseguir la igualdad continúa, este año además
tenemos el gran reto de elaborar en las medianas empresas Planes de Igualdad
efectivos, que no se queden en cumplir meramente el expediente.
Para ello tenemos que estar preparados como sindicato,
debemos ser capaces de confrontar, dotando de los instrumentos necesarios a los
y las representantes sindicales, para luchar contra la desigualdad existente en
la negociación colectiva.
La organización es fundamental, así como la información y la
formación, para plantear propuestas y tener las claves que todos y todas
necesitamos para poder promocionar y conciliar en el trabajo.
Debemos tener un debate centrado en el que se exponga la realidad,
en el que la mujer dejar de ser un objeto para ser una ciudadana de pleno
derecho, y eso pasa por cambiar la mirada, construyendo una democracia
feminista, en la que se eliminen las actuales barreras de acceso al empleo, se
apueste por la corresponsabilidad y se tengan en cuenta todos los componentes sociales
de las mujeres, sólo así dejará de
existir en muchos casos la doble e incluso la triple discriminación.
La independencia económica es fundamental, el trabajo de la
mujer debe dejar de ser un complemento, esta tiene que ser nuestro primer
objetivo como representantes sindicales.
Año tras año podemos comprobar que a pesar de las
reivindicaciones, se siguen invisibilizando y normalizando moralidades y
arquetipos del patriarcado, y a ello además ayudan la actual situación política
en la que partidos antidemocráticos niegan la realidad de las mujeres.
Los medios de comunicación además desvirtúan la imagen ya de
por sí denostada de la mujer, a través de la publicidad y de los “realities”,
tan de moda, en los que se trata a las mujeres como mera mercancía,
exponiéndolas al expolio público.
Para todo ello se hace imprescindible trabajar desde la educación.
Hasta que no aprendamos a cambiar la moralidad, las
costumbres y a ser iguales, seguiremos teniendo ciudadanos de primera y
ciudadanas de segunda.
OSTA está comprometida con el feminismo como dicen sus estatutos, la igualdad es un derecho y nuestra labor como sindicalistas es defenderlo Y luchar para ejercerlo, nuestro esfuerzo debe ser en conjunto entre compañeros y compañeras.